Siempre que voy a realizar las compras al llegar de la universidad, veo a estos señores jugando dominó casi todas las tardes. Siempre me pregunté cómo sería interactuar con ellos, observar cómo se hablan y juegan. Para cuando finalmente me propuse a acercarme, se me hizo grato el ambiente divertido en el que todos se echaban broma entre sí en todo momento y lo agradables que eran. El momento se sintió como ver un grupo de amigos del colegio que sigue reuniéndose incluso siendo mayores.