Vivir en Caracas es sinónimo de estar en constante movimiento y, aunque es cierto que vivimos envueltos en diversos sonidos, también existen lugares que son pequeños paraísos; donde los sonidos de la naturaleza son los que reinan y las tonalidades verdes nos empapan de serenidad.
Esos espacios de conexión, con lo simple y esencial, son vitales para nuestra armonía.
ser caraqueño
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