Un tarde regresando de la ucv a pie por el parque los caobos, camino habitual para mi, dos figuras aladas pasaron sobre mi en y se posaron sobre un chaguaramo muerto: un par de guacamayas . Durante días vi su danza cada tarde, hasta que entendí que en aquella vieja palmera, las guacamayas habían encontrado su esperanza dentro del caos de una ciudad que no es propia, pero que han sabido hacer suya. Una vida nueva florecía a los pies de parque central, demostrando el equilibrio dentro del caos de la selva de cemento