Me llama y me invita a pasear, por la plaza de los símbolos estaba.
Yo con emoción, le dije que ¡sí!
Entusiasmado por verla me vestí y salí, conmigo llevaba 1$
que previo guardaba para una ocasión especial, que ansiaba.
No tenía más, pues trabajo no tenía ya, sin embargo, mientras caminaba,
me llene de la idea, de poder darle a ella algo especial, que hace rato le quería dar,
un detalle que admirara y que con el tiempo recordara
y a su vez rememorar
lo que por ella siento, lo importante que es para mí
y lo agradecido que estoy, porque aún este aquí
y que sea algo que después disfrutemos.
Bajo el elevado unas flores vi, me acerqué y detallé,
la flor más amarrilla que más me gusto compré,
la quería así simple, bella, hermosa, natural, sencilla y sin tantos adornos,
ya que por sí sola ya brilla, así tal cual como es ella, como es un girasol.
Llegando a la plaza, la vi de espaldas, mientras en una llamada estaba,
ella sintió que me acercaba y volteó a donde estaba
mientras yo feliz con mi flor me asomaba,
su reacción me conmociono, justo al verme sonrió y sus ojos de luz rebozaban,
pues brillaban más que el sol que nos alumbraba y su sonrisa
de mucha alegría y ternura el corazón me llenaba.
Este poema es una dedicatoria de él para mí.
Esta foto representa el logro de varios intentos fallidos de una foto en un momento especial. Fue un regalo muy lindo que quería capturar y que estuviese representado por ambos a la vez que da espacio a la curiosidad por ver más allá de lo que muestro en la foto.
competencia oficial
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