Desde Octubre a Enero, los venezolanos nos unimos en la pasión del Béisbol, un deporte extranjero que hicimos tan nuestro que preferimos ir en familia o con amigos, disfrutar un perro caliente o una «Reina pepia'», hacernos panas del cervecero que nos lleva la cuenta, comer tequeños, compartir unos cuadritos del mejor chocolate del mundo -el nuestro-. Los caraqueños tenemos la dicha de recibir todos los días a nuestros peloteros en los espacios de la Universidad Central de Venezuela -madre y cristalizadora de los sueños del país- y al levantar la mirada disfrutar la brisa transparente y tierna y los matices del atardecer frente a nuestro Parque Nacional el Ávila, montañas que nos invita a cada quien escalar su Everest.
sonidos de la ciudad
sonidos de la ciudad
sonidos de la ciudad
sonidos de la ciudad
sonidos de la ciudad
sonidos de la ciudad
sonidos de la ciudad
sonidos de la ciudad