Desesperada por llegar a una consulta medica puntual dentro de la torre Tamanaco me tocó bajar las escaleras del estacionamiento, en el afán de buscar el ascensor me detuve un instante de tiempo y vi ese hermoso paisaje que me abrazaba sin cesar.
La autopista de Prados Del Este que se caracteriza por ser siempre un caos, un infierno, pero ese 7 de enero de este año, me recibió como cuando el niño Jesús recibió a los reyes magos.
Tranquila y llena de amor, sin colas, sin el sonido nefasto del corneteo de motos, carros y camiones.
Realmente era el Jardín del Eden. Eso me llevo a congelar ese instante de tiempo tan maravilloso y al mismo tiempo pensar ! Mañana todo se vuelve mierda…! Toca trabajar.