Asomada en un balcón del majestuoso hotel Humboldt, el q nos hace techo a todos los caraqueños, con la fría brisa chocando mi rostro y desordenando mi cabello, con aroma a monte y flor, allí el silbido del viento es nuestra canción y la Alegría es la que acelera el corazón!!
No hay palabras que puedan describir la sensación de estar allí. es como estar en la presencia del mismo Dios! Majestuoso!!
ser caraqueño
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cuarta edición finalistas