Como detenidos en el tiempo, en medio de la montaña y cubiertos por la densa vegetación característica de los Altos Mirandinos, unos 30 vagones del antiguo Ferrocarril de Venezuela se han convertido en un atractivo ecoturístico que cada mes atrae a cientos de venezolanos procedentes de todo el país. Se les conoce como los “vagones fantasmas del tren El Encanto”; llegar hasta el lugar donde hace más de medio siglo se detuvieron en su recorrido entre los Valles de Aragua y la capital mirandina, lleva algo más de cuatro horas en una caminata llena de adrenalina e historia. |
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