Heriberto es un pana con mucha juventud acumulada, muy agradable y talentoso.
Según él, ha querido dejar el arte, pero el arte no quiere salir de él. Siempre vuelve a lo que lo mueve, a su pintura.
Me llamó la atención su cuadro del bulevar pintado con chimó y en el momento que le fotografié estaba enseñando a un chico como dibujaba el paisaje de concreto del bulevar de Sábana Grande.
Caracas está llena de aquellos que plasman su belleza con creatividad y con lo que haya a la mano, chimó por ejemplo, ¿curioso no?
Nunca vi al chico detrás que se esforzaba por ver lo que Heriberto plasmaba en el papel, pero allí quedó, como todo buen caraqueño distraído por lo poco cotidiano, mirando como quien no quiere la cosa, curioso.
¿Qué significa ser caraqueño? Significa ser curioso, porque aunque muy apurado que estemos siempre nos dará chance de echar ojo de aquello que nos llame la atención. Siempre habrá un momento para absorber por nuestros ojos lo que se puede convertir en una anécdota, una maravillosa foto o una excelente pintura.
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