Estaba saliendo de la estación del metro de Plaza Venezuela y antes de llegar a las escaleras mecánicas veo a este hombre en silla de ruedas que está solo y que sin ayuda alguna sube por sí mismo las escaleras. Un hombre acostumbrado al caos de la calle, al caos que supone vivir con una discapacidad en un lugar donde no se les ayuda a conseguir el equilibrio.