Él es Charly, pero lo apode «el gran Dandi». Hace unas cuantas décadas en Venezuela, algunos caballeros solían bautizarse como «dandi criollo», haciendo referencia a la forma elegante, creativa, pero siempre cautelosa de vestir. Caminando por la Av. Urdaneta en Caracas, este maravilloso personaje de 80 años, me trasladó a esa ciudad; sentí que el tiempo se detuvo y pude apreciar por unos instantes, dentro de aquel inmenso «caos», esa Caracas que todos transitan, pero que pocos pueden divisar, a esa que muchos nombran «la sucursal del cielo». Charlie nos recuerda lo hermosa que es la cuna del libertador y la amabilidad que abunda en su gente. Él es un icono caraqueño.