En una caracas cada vez más cambiante y acelerada, esta fotografía nos invita a detenernos y apreciar los pequeños momentos de alegría. En la Plaza Bolívar, un grupo de niños, adultos y animales se reunieron para compartir un instante de felicidad. La imagen captura la esencia de la comunidad y el poder de la naturaleza para unir a las personas. Es un recordatorio de que, incluso en el caos de una gran ciudad, siempre hay espacio para la esperanza y la conexión.