Caracas está llena de sorpresas, caminar por sus calles te regala sonrisas. Vivir la ciudad es admirar el Avila, escuchar sus guacamayas, apreciar su arquitectura, saborear sus arepas y conversar con su gente.
Nuestra capital es su gente, sus espacios y su ajetreo. Disfrutando un paseo por La Candelaria me encontré al Caballero Caraqueño, el Sr. Never Torres, portero de la arepera Canaway. Él da la bienvenida al restaurante con una noble sonrisa y brillo en los ojos. Es un espacio donde se mezcla la idiosincrasia de ser Caraqueño, una reina pepiada con un café marrón en el centro de la ciudad y con un anfitrión arreglado con ropa de los años 60.
El Sr. Never resalta por su elegancia, vestido con traje de antaño caraqueño de la época de Pérez Jiménez. Conversar con él es viajar por la historia caraqueña. Nació en Maracaibo, llegó a la capital a los 5 años, cuenta que le encanta vestir diferente a los demás y de manera elegante, recuerda que en el pasado era necesario llevar traje para entrar a la Plaza Bolívar. Él se siente orgulloso de su forma de vestir, con saco, pajarita, cinturón, pañuelo, sombrero y calzado elegante, todo combinado de azul celeste y blanco.
No ha contado la cantidad de trajes que tiene, pero asegura que son más de 100, posee más de 40 sombreros y zapatos como piedras, algunos sin estrenar. Él esta orgulloso de ser un ícono Caraqueño, reconocido no sólo por su forma de vestir, sino por su Don de Gente, amabilidad y gran corazón, al terminar la conversación salió del local a regalarle comida a un perrito callejero.
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