«Después de la tormenta llega la calma»
Esta frase resuena profundamente en mí, especialmente tras un largo día lidiando con el intenso tráfico de Caracas. En nuestra vibrante capital, donde el caos parece ser el rey, es vital tomarse un momento para encontrar ese equilibrio tan necesario. En medio del ruido y la agitación, siempre hay oportunidades para la reflexión y la paz. ¡Recuerda! Después de cada tormenta llega la calma.