Cuando cruzaba la calle, se paro una caminetica delante de mi y vi un niño junto a varios paquetes de chucheria, alcance a escuchar las palabras que muchos han escuchado antes (seguramente): “Buenas tardes, Caracas. No los quiero molestar, les traigo por acá…” y vi mi infancia reflejada; un Niño de 7 años lleva el sustento a su hogar, desde chamaquito.