En una invitación a la torre «La Previsora» en plaza Venezuela por primera vez, a pesar del tiempo en Caracas, nunca me imaginé tal vista donde te desconectabas por un momento del ruido cercano proveniente del boulevard de Sabana Grande, dónde muchas personas hacían sus compras cercanas al medio día; una vista donde el valle rodeaba a la ciudad como si dijera y gritará: te protejo dentro de mis muros verdes, eres la ciudad dentro del valle.