Cada que un día agitado termina, cuando todos estamos cansados y solo pensamos en llegar a casa, los que vivimos en zonas alejadas como El junquito generalmente pasamos por este lugar para llegar a la parada, siempre lo mas temprano posible para que no nos deje el bus que sale desde la plaza miranda. Este día, no me preocupé por llegar temprano y al pasar, me di cuenta que las icónicas torres del silencio encendían (nunca me había fijado en esto) y daba una vista bastante calmada y estética para lo que horas antes es epicentro de gente haciendo su vida agitada, común de nuestra ciudad. Me detuve justo en el medio y me pareció tan hermoso como estaba todo tan en su lugar, que nació la foto.