En una Caracas oscura, pero, con focos de luminosidad se encuentra un aire fresco y conciliador, que permite una armonía como notas musicales que permiten disfrutar del Bien-estar coexistiendo para dar un equilibrio, como los ecosistemas naturales.
Es una muestra de resiliencia en el caos, donde se fortalece al citadino caraqueño invitándolo a adaptarse y enfrentar los desafíos propios de la ciudad, cambiando la percepción del caos transformándolo en orden y acondicionamiento, llamándolo equilibrio