Siempre me he sentido cautivada por los juegos de luces y sombras que el Arquitecto Carlos Raúl Villanueva logró gestionar dentro de la Ciudad Universitaria de Caracas. Esta Ciudad que habita dentro de la Ciudad de Caracas, creo que para muchos pudiese signifucar un oasis dentro de lo cotidiano y le permite a quien la recorre con la firme convicción de observarla y conectarse con lo que está más allá de lo obvio, podrá encontrar siempre el equilibrio necesario para surfear las olas que puede generar el caos.
Este Camino de Luz a mí me llena de esperanza para continuar en la ciudad que habito.