Siempre me ha gustado la fotografía de retrato en personas oscuras o de color; la edición en blanco y negro me demuestra el brillo y su esencia.
Al enterarme de este concurso y del tema, me puse a pensar… Que el venezolano se diferencia del resto por su humor y sabrosura al momento de bailar. Un ejemplo es mi padrino, un hombre de piel oscura, delgado y de bastón, que al bailar suelta ese bastón y olvida el dolor, baila como un muchacho joven y me hace pensar en su juventud.
Los bailes tradicionales venezolanos son recordados porque, a pesar de que los negros eran golpeados, violados y esclavizados, nunca olvidaban sonreír y bailar con goce para ellos y para sus santos. Esos africanos que convirtieron a Venezuela en un maravilloso mestizaje de cultura y tradición. Para mí, no hay más honra que mi ancestro sea un hombre y una mujer negra.